El pasado lunes, cerca del mediodía, una sorpresiva amenaza puso en vilo a las autoridades nacionales. Una llamada anónima al sistema de emergencias 911, realizada por una mujer, alertó sobre la supuesta presencia de un artefacto explosivo en la Quinta Presidencial de Olivos.
De inmediato, se desplegó un riguroso operativo de seguridad en las inmediaciones del predio, con epicentro en las calles Maipú y Villate. Intervinieron la Brigada Antiexplosivos, efectivos de la Policía Federal y personal de Defensa Civil, quienes realizaron un exhaustivo rastrillaje tanto en el interior como en el perímetro del histórico recinto presidencial. La inspección, según informaron fuentes oficiales, no arrojó resultados positivos: no se halló ningún dispositivo explosivo ni indicios que confirmaran la amenaza.
La investigación judicial ya está en marcha. La causa quedó en manos del Juzgado Federal N°1 de San Isidro, desde donde se instruyó la búsqueda de la persona responsable del llamado. De confirmarse la falsedad de la advertencia, la autora de la amenaza podría enfrentar una pena de entre dos y seis años de prisión por el delito de “intimidación pública”.



