En una jornada cargada de emoción y patriotismo, La Rioja fue escenario de un acto simbólico que quedará en la memoria colectiva: el despliegue de la bandera argentina más grande del país. El homenaje tuvo lugar este 9 de Julio en el espacio verde de La Estación, un punto recuperado y transformado para la comunidad, que se vistió de celeste y blanco para celebrar los 208 años de la Independencia nacional.
Vecinos, autoridades y representantes locales participaron con orgullo del izamiento de la monumental enseña patria, que no solo destacó por su tamaño, sino por el profundo sentimiento que representa: un reconocimiento a quienes lucharon por la libertad y la construcción de una Argentina soberana.
El intendente de la Capital, Armando Molina, encabezó la ceremonia y recordó que este espacio fue intervenido junto al gobernador Ricardo Quintela, quien guarda recuerdos personales del lugar. “Queríamos tener la bandera más grande y lo logramos. Este mástil de 18 metros simboliza un pueblo con el corazón enorme”, expresó.
Durante su discurso, Molina resaltó el valor de recuperar espacios públicos con identidad, inclusión y participación. Y cerró con una definición política fuerte: “Hoy es nosotros o el Gobierno nacional. El Estado tiene que hacerse cargo de situaciones concretas que afectan a nuestro pueblo”. Además, llamó a replicar este gesto en todas las plazas de la ciudad, asegurando que “la bandera nacional y la de La Rioja deben flamear en cada rincón”.
Este acto no solo fue una celebración, sino también una declaración de principios: defender lo que nos une, rendir homenaje a nuestra historia y reafirmar el compromiso con un modelo de Estado presente y participativo.



