En una pequeña localidad del centro de Perú, un hombre llamado Marcelino Abad Tolentino —más conocido como “Mashico”— acaba de celebrar un cumpleaños que ha sorprendido al mundo: nada menos que 125 años. De confirmarse oficialmente su edad, no solo sería el hombre más longevo del planeta, sino que superaría el récord histórico de longevidad que ostenta la francesa Jeanne Calment, quien vivió 122 años y 164 días hasta su fallecimiento en 1997.
El Programa Nacional de Asistencia Solidaria Pensión 65, dependiente del Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social, fue el encargado de difundir la noticia y compartir imágenes del festejo de cumpleaños en el albergue “Mis Abuelitos”, ubicado en el poblado de Cochachinche, en la región Huánuco. Según los registros del DNI que le fue tramitado en 2019, Abad nació el 5 de abril de 1900 en esa misma comunidad.
Aunque el Libro Guinness de los Récords aún no ha verificado su edad, la historia de “Mashico” ya ha comenzado a traspasar fronteras. Sin haber tenido esposa ni hijos, y sin saber leer ni escribir, este hombre de apenas 1,30 metros de estatura y sonrisa constante se ha ganado el cariño de todos los que lo rodean. Habla únicamente quechua y tiene dificultades para expresarse, pero su presencia inspira a quienes lo conocen.
Durante décadas, vivió aislado, sin empleo formal ni salario alguno. Fue recién en 2019 cuando las autoridades lo localizaron y comenzaron a brindarle asistencia a través del programa estatal. Desde entonces, se convirtió en un símbolo de resiliencia y longevidad.
Pensión 65 destacó en su comunicado que millones de personas alrededor del mundo han comenzado a preguntarse cuál es el secreto detrás de su prolongada vida. Mientras tanto, “Mashico” continúa celebrando cada día con una sencillez conmovedora, rodeado del afecto de quienes lo cuidan. Su historia no solo emociona, también invita a reflexionar sobre la fortaleza del espíritu humano y la riqueza de nuestras raíces más humildes.



