En la noche del lunes, pasadas las 22:50, un movimiento sísmico sorprendió a los habitantes de La Rioja. El temblor, que tuvo una magnitud de 4.7 en la escala de Richter, se registró en las cercanías de Banda Florida, una localidad ubicada en el interior de la provincia. El fenómeno fue detectado por los sistemas de monitoreo sísmico y generó una inmediata reacción tanto en redes sociales como entre los vecinos que percibieron el sacudón.
A pesar de la magnitud, no se reportaron daños materiales ni víctimas, aunque el sismo se sintió con claridad en diversas zonas del territorio riojano, despertando preocupación y alertas en la población. Según los primeros informes técnicos, el movimiento tuvo una profundidad moderada, lo que explica por qué se percibió con tanta nitidez a nivel superficial.
Autoridades provinciales y organismos de defensa civil recordaron a la comunidad la importancia de mantener la calma ante estos eventos y tener siempre presente un protocolo de seguridad básico en caso de futuros temblores. La Rioja, por su ubicación geológica, forma parte de una región con actividad sísmica frecuente, por lo que estos episodios no son inusuales, aunque sí generan un impacto emocional en quienes los viven.



