El presidente de China, Xi Jinping, lanzó duras críticas contra las políticas comerciales impulsadas por Estados Unidos, a las que calificó de «proteccionismo» y «unilateralismo». Durante un encuentro con líderes europeos, el mandatario hizo un llamado a la Unión Europea para que ambos bloques resistan juntos lo que describió como “acoso económico”, en clara referencia a las crecientes barreras arancelarias impuestas por Washington.
Xi destacó la profunda interdependencia económica entre China y la UE, recordando que, en conjunto, sus economías representan más de un tercio del Producto Bruto Interno mundial. En ese sentido, subrayó que cualquier medida restrictiva no solo impacta bilateralmente, sino que tiene consecuencias globales.
Mientras tanto, Estados Unidos continúa endureciendo sus políticas comerciales, aumentando los aranceles no solo contra productos chinos, sino también contra otras naciones. Esta estrategia ha generado represalias, encendiendo nuevas tensiones en el ya frágil escenario del comercio internacional.
La Organización Mundial del Comercio (OMC) no tardó en advertir sobre las posibles consecuencias. Según sus proyecciones, el intercambio comercial entre China y Estados Unidos podría desplomarse hasta en un 80%, un escenario que tendría un fuerte impacto en las cadenas de suministro globales y en el crecimiento económico de numerosos países.
El discurso de Xi Jinping no solo buscó respaldo en Europa, sino también reforzar la idea de un orden multilateral que contrarreste las políticas unilaterales de Estados Unidos. En un momento en que el equilibrio económico global parece tambalear, la relación entre China, la UE y Estados Unidos se convierte en una pieza clave del tablero geopolítico.
